Comprensión acerca del camino interior y de cómo funciona la elección de las situaciones que vivimos (a través de una experiencia astral poco antes del despertar del sueño)
5-5-2019 ILAMAN ISMAEL
Me veo como en un camino entre el mar y la playa, y tenía
que llegar a algún lugar donde se encontraba mi pareja Ester y el grupo de
personas que venían conmigo en la experiencia. Al pasar por el camino, vi como una
esfera de unos 50 cm muy redonda en medio del estrecho camino. Lo fácil era
rodearla o esquivarla, pero sentí fijarme bien y apreciarla, darle valor,
puesto que sentí claramente que lo tenía.
Primero era como una esfera densa, cerrada, y cuando me fijé
más, era como si fuera una persona enana y gruesa. Me pareció distinguir un
pelo rubio largo y una cara de niña gruesa como apretada.
Sentí que al haberme fijado, había empezado a abrirse.
Aunque siguió con la forma esférica, logré interpretar y reconocer como que esa
niña que no era tenida en cuenta por su forma, tamaño y altura. Me paré a
hablar con ella y a darle reconocimiento y valor, y decidí darle un beso para
que se sintiera querida y reconocida. Al besarla, ella como que en
agradecimiento por haberla tenido en cuenta y no ignorarla, y no dejarla al
margen del camino, me estiró o me llevó a una visión. Creo que aquí es
verdaderamente donde entré en la vivencia astral o desdoblamiento.
Tuve la visión de dos cavernas oscuras.
Era de noche y me encontraba con un grupo en la montaña. Estábamos como hablando y contemplando el entorno montañoso y unas nubes en el cielo, mientras que Ester pescaba o hacía otra cosa, mi tío Pepe que estaba con nosotros, vio como entre nubes, había una gran nave arriba (unas luces que ya me habían llamado la atención, pero al ver que el grupo no se fijaba en ellas, no les había dicho nada).
Era de noche y me encontraba con un grupo en la montaña. Estábamos como hablando y contemplando el entorno montañoso y unas nubes en el cielo, mientras que Ester pescaba o hacía otra cosa, mi tío Pepe que estaba con nosotros, vio como entre nubes, había una gran nave arriba (unas luces que ya me habían llamado la atención, pero al ver que el grupo no se fijaba en ellas, no les había dicho nada).
Justo debajo de las luces y de las nubes que escondían la
gran nave, vislumbré una caverna a lo lejos. Era como un hueco como una bóveda
en la base de la montaña. Allí vi en el interior, que surgían dos figuras con
forma humana, interactuando. Emitían un color violeta fluorescente que les
rodeaba. Era como que solo veía el contorno de sus cuerpos debido a ese color
fluorescente rodeando sus siluetas. Y que se encontraban a la otra parte de esa
entrada, que parecía separar dos espacios, dos realidades.
Pensé en ir más tarde yo solo a esos lugares, pero como sentí
que los demás que estaban allí conmigo también estaban invitados a pasar, o
tenían la posibilidad de entrar, los llevé a la entrada de la primera cueva.
Cuando llegamos a la primera cueva que vi en la distancia, era
como una bóveda negra. Oscura en la noche, pero que dentro en la otra parte, tenía
actividad, figuras con aspecto humano fluorescentes e interactuando.
Lamentablemente al encontrarnos al frente de la cueva,
alguien decidió que debía mandar de aquello, tomando decisiones e indicando lo
que debía hacer. Por lo que decidí vivir mi propia experiencia sin hacer caso a
aquel exceso de mando. Inmediatamente apareció delante de mí, una segunda
cueva. Una segunda cúpula que vi también con dos figuras humanas con siluetas
violeta fluorescente interactuando, por lo que me dirigí hacia ellas y entré en
la cueva. Al entrar, noté como que traspasaba una especie de cortina
energética, que dejaba tras de mí el entorno al aire libre de noche, para
entrar en una especie de habitáculo o habitación de piedra, en el interior de
la montaña.
Me encontré en el interior de un pequeño recinto, el cual
tenía otra temperatura, humedad y sensación de otro lugar diferente respecto al
entorno natural que acababa de dejar atrás. La respiración también había
cambiado, y era como más apacible, caliente y menos costosa, era como si fuera
fácil, dulce, caliente, amable…. Bien, las dos figuras fluorescentes habían
salido del habitáculo al cual yo había accedido, y lo habían hecho por una
puerta que habían abierto. Vi que según yo iba traspasando ese umbral o cortina
hacia el interior de la cueva o recinto, percibía los cuerpos densos físico
materiales de los seres que antes y desde fuera percibía fluorescentes. Tan
solo vi sus cuerpos y ropas por detrás, no vi sus rostros ni cabeza. Tenían
como botas de tela, y guantes largos y portaban como alguna lanza. Ellos
abrieron la puerta y sentí el caminar hacia el interior.
Entré en un recinto más grande, con grandes techos de
piedra. Y vi delante de mí, como grandes bancos de madera, largos, unos 4
bancos que parecían ser como de una especie de iglesia o retiro interior. Eran
un poco grandes, aunque me pareció ver unas pocas personas “sencillas” sentadas
escuchando. Me pareció ver enfrente de los bancos de madera con las personas
sentadas en ellos, una especie de altar con ornamentos y algún mantel, y
alguien con ropas como si fuera un sacerdote, ejerciendo como si fuera una
misa. Pero era como hablada o “entendida”, mejor dicho. Sentía la calidez del
lugar y la amabilidad, el acogimiento del lugar y el entendimiento a las
personas.
Vi que habían como bastantes niños o acólitos, que iban de
blanco y rojo. Portaban una hábito blanco con capucha, y la parte baja, por
debajo era roja. Iban portando algo en las manos y se acercaban a las personas
en lo que necesitaran, esa fue mi sensación.
Se me acercó uno, o bien yo me acerqué porque noté que me vio,
o que se dispuso para mi atención.
Al acercarse, vi que no tenía pelo y que tenía unos grandes
ojos brillantes, blanco y azul claro, un poco alargados hacia los lados, su
piel no parecía piel y era blanca como brillante y lisa, tenían las orejas
puntiagudas arriba. Medía sobre el metro sesenta y cinco de alto, y los rasgos
de la cara emitían tranquilidad y atención hacia mí, comprensión y como
seguridad también hacia mí. Sus ojos eran más grandes que los humanos y muy
claros, mostrando sus intenciones y transmitiendo mucha claridad de intenciones
y viéndose todo. Sentí como que estaba delante, a corazón abierto atendiéndome.
Claramente era como si invitaran y mostraran su interés en
ayudar y atender en la necesidad de a quién atendían. Lo tenía justo enfrente y
mantenía en todo momento una actitud amable, prudente para no molestarme, pero
estando para mi necesidad. Sentía como que “llegaban”, como si fueran “escuchantes”,
y facilitadores.
Intuí y sentí que vino a ayudarme y atenderme, por lo que le
dije que qué era aquello o qué hacían allí….o….
Varias preguntas todas juntas, y ninguna hablada, no me oí.
Varias preguntas todas juntas, y ninguna hablada, no me oí.
Le confié mi intuición y mi sensación, de a lo que yo había
ido. No salió de mí ninguna palabra y él me entendió, me sintió y comprendió. Sus
ojos me lo decían en el mismo instante, estaban cargados de las respuestas.
Tenían una gran amplitud y estaban llenos de ternura, comprensión, Amor,
amabilidad, acompañamiento en la necesidad, etc.
Sentí en todo momento, casi como que me rodeaba con su
ternura y amable atención, me sentí perfectamente Amado y atendido. Le
transmití, al mismo tiempo que él sintió, que había ido allí para algo, que
necesitaba que alguien me escuchara o que alguien saliera a mi encuentro para
explicar……
Inmediatamente surgió de un lateral a mi izquierda un señor humano
joven con un fino bigote. Era moreno, vestido con ropa marrón oscuro el
pantalón y marrón claro el suéter. Surgió de la pared, como si se hubiera
abierto o como si los demás acólitos, que tampoco hablaban, hubieran hecho
saber a esa persona o inteligencia, que le necesitaba o tenía algo que saber,
entender o decir.
Al acercarse, la sensación que tuve fue que se acercó mucho
más atento. Con el objetivo de escucharme y de saber qué quería. Venía con la
actitud de atención y de querer saber qué quería decirle.
Se puso enfrente de mí, los dos estábamos de pie. Vi sus
ojos humanos entre marrones o negros, y también vi que nada más entenderme
mirándome a los ojos y al rostro, empezó a captar lo que yo necesitaba.
Otra vez yo no hablé, pero expresé todo lo que necesitaba
expresar sin equívoco. Encima tuve la sensación de que expresaba muchas cosas a
la vez y profundas o como muy amplias, conceptos, ideas, sensaciones incluso de
mucho tiempo.
Al momento, vi como
brotar de su interior y convertirse al instante delante de mí, como en un ser
más alto. Con una cabeza más grande, más ancha y con un pelo amarillo dorado.
Tenía la cabeza como de león, pero tenía los rasgos humanos como la nariz, los
ojos o las orejas. Aunque verdaderamente era como una mezcla que se podía ver
las dos partes según el enfoque que sentía o realizaba. Era como que eran el
mismo, y que los percibía según manteníamos la comunicación y hablábamos sin
palabras, notando los cambios físicos en su rostro. Como que eran unos
trasparentes a los otros….., viéndose todo lo que era, o sus aspectos….
Portaba unas grandes solapas como de una gran capa o traje
de capa. Eran 3, y eran tiesas, rojas por dentro y doradas y amarillas por
fuera. Su calidez y armonía eran constantes. Emanaba comprensión y también
prudencia, pero aquí pude apreciar a diferencia del ser acólito anterior, un
componente de humanidad. Sentí que tenía lo que nosotros llamamos corazón,
bondad, humildad y como reciprocidad. Puedo decir que sentí que este ser, era
humano, sabio y maestro, regente o encargado de aquel nivel o lugar, aunque no
tuviera la misma forma humana a la cual estamos acostumbrados aquí en La Tierra.
Igual puede que fuera una representación de la conciencia del lugar que tomó
forma para poder interactuar conmigo, y que reconoció mi conciencia y se “vistió”
humanamente para poder entablar comunicación y poder ser comprensivo para mí.
Mantuvo comunicación conmigo y logré entender algunas
cuestiones. Este ser me entendió y facilitó el que entrara en otra experiencia,
que relato a continuación:
(El acólito ya me dijo que el nombre de Pedro, permite
acordarme de la situación vivida con ese ser, o lo pudiera resumir).
Ocurre que aunque por
fuera tengamos una apariencia, por dentro somos otra cosa y somos portales hacia
lo que somos en alma y cosmos, por lo que nunca la imagen exterior es la
realidad interior, aunque una contenga a la otra.
Pedro este señor, se me apareció joven, con bigote, parecido
a Fredy Mercury, y al momento cuando lo tuve delante y entramos en coherencia
se transformó, surgió del interior un gran ser con cabeza grande entre dorada y
rubia y como parecida a un león, aunque también se podría considerar con rasgos
humanos. Hablé con él, y aunque yo lo hacía primero, él no hablaba, sino que
entendía, y yo hice lo mismo cuando me di cuenta, mientras él me lo indicaba
con la expresión interior y mental.
Era fresco, permitiéndome mi abertura en la expresión y
palabras interiores para poder decir y contar porqué estaba allí y qué buscaba.
Todo relacionado con el paso interior
a los retiros de la Hermandad Blanca de la Estrella, allí en la región, entré
tras hablar con él, comunicar con él, me vi o ese es el recuerdo que tengo,
seguidamente con otra persona más como mayor, como con unas gafas, como de unos
60 años, vistiendo de pantalón azul más claro, sencillo humano, y un suéter
azul más oscuro de mangas largas. Creo que pudiera llevar por bajo una simple
camisa blanca.
COMPRENSIÓN Y VIVENCIA
Habla conmigo, me siente, y al sentir es cuando uno puede
realmente contactar con su misión interior, consigo mismo y con los demás. Y el
cómo relacionarnos con esos mismos demás, nuestra misión y la realidad. Y pasé por
muchas salas y entornos. Todos representaban una actitud, un modo de vivir y
entender, bien con sillones en un comedor y entorno relajado, bien en china en
el campo, bien en Japón, etc. Y donde uno decide quedarse o le llama la
atención, sencillamente se para en el camino, sin darte cuenta. Lo que te ha
llamado la atención te ha parado, mientras tú crees que estás en marcha y
siguiendo hacia adelante, estás simplemente viviendo parado en una experiencia
que te ha atraído ver, entender o vivir.
Realmente nuestro guía interior espera mientras tanto a que
dejemos, o soltemos ese interés, o superemos despegando ese llamado intenso que
nos retiene por la necesidad aparente de vivir lo que nos parece atractivo (que
nos atrae entender o vivir). Una vez esa fuerza se supera, el guía continúa
siempre guiándonos y conduciéndonos por las galerías interiores de nuestro (conexión con el cd de meditaciones, y las galerías interiores)
destino, enseñanza, apertura, comprensión, vivencia con elección, pero
también con tiempo, con un tiempo que el guía interior nos marca si estamos en
comunicación con él. Por lo que no hay que perder de vista a este señor con
ropa azul, que nos conduce.
Bien, una vez superada la atracción del momento, y
dependiendo de nuestra decisión de soltar, parar, mirar, o inmiscuirse en esa
vivencia (¡¡no se sabe por cuánto tiempo!!, porque no nos damos cuenta cuando
estamos dentro de ella), nos mira desde enfrente a los ojos y desde el corazón,
para captarnos, sentirnos y asegurarse de que estamos en el camino.
Bien, continuamos por los pasillos, que nos encontraremos
situaciones y gentes, que según nuestro nivel de intuición y destreza en las
decisiones y vivencias anteriores, harán que tomemos las decisiones para pasar
por esa sala y no engancharnos a ella, siempre con respeto, o bien, quedarse en
el limbo de un lugar con personas o situaciones que no son para nosotros aunque
las estemos viviendo. Siempre hay que sentir y ver con el corazón, con la
inteligencia humana y con la inteligencia interior y cósmica que somos, todo
combinado a la vez.
Actuando de esa manera, nos da la seguridad del camino a
percibir, a seguir. Seguidamente la calidad de nuestras decisiones, producirá el
camino y la velocidad que tomemos en él, así como las experiencias, bloqueos
temporales, por no ser nuestras vivencias necesarias y estar en lugares
equivocados para nosotros, hasta que comprendamos que no tenemos que estar ahí,
que no es para nosotros esa manifestación o experiencia de la vida.
Mientras tanto, el Guía espera, aunque también nos pone en
aviso de lo que deberíamos estar haciendo si nos fijamos en él y nos vamos o
desplazamos, a comunicarnos con él. Otra vez cara a cara, mirando a los ojos y
sintiendo el corazón, ahí se genera la comunicación, hay esperanza de entender,
de ver, de comprender y de saber tomar las decisiones correctas, de continuar
donde el guía nos indique o bien de quedarnos inmersos en las situaciones que
nos atraen, y que incluso nos pueden desequilibrar, superar, ser más grandes
que nosotros, o incluso dejarnos ahogados o como drogados dentro de ellas, hasta
que ocurra algo que se genere y produzca el que podamos seguir avanzando por
carambola.
Una vez volvemos al pasillo de nuestro destino, nuestro
camino nos lleva a nuevas situaciones, que aunque no nos demos cuenta, estamos
dentro de ellas, con personajes que aunque parezcan superiores, o blancos o
puros, etc, solo son parte de nuestro camino y comprensión interna.
El guía mientras nos inmiscuimos
en esas situaciones, espera alejado, o como desaparecido, porque nos hemos
vuelto a ´´quedar parados´´ en una situación de comprensión y de vida, que
según lo que nos enganchemos a ella, la atraeremos cada vez más, a un
pensamiento, a una sensación, o finalmente a que nos ocurra o nos veamos
afectados por ella físicamente.
Que según nuestro grado de enganche a ella (marcada por la emoción
que nos causa, eso produce el que nos quedemos enganchados dentro) en nuestro
camino y recorrido interior, atraeremos primero mental, emocional, y finalmente
físicamente (todas reales pertenecientes a su nivel, a su mundo de percepción
en el recorrido de comprensión del hombre).
Siempre ´´pasamos´´
por pasillos y espacios donde se generan y existen situaciones, con relaciones
humanas y otras, también con cosas materiales y sensaciones.
NOSOTROS con nuestras decisiones, nos enganchamos más o
menos, o soltamos y seguimos.
Si finalmente logramos salir del atractivo de la situación o
vivencia que soltamos, comprendemos que es solo una emoción producida por el
atractivo, la fuerza de atracción a/de la situación.
El guía, antes de desconectar de él y de sus indicaciones o
conversación interior (viéndolo al lado mismo nuestro), ya nos ha indicado que
debemos seguir, que nos esperan en otro lugar.
Si nos atrae mucho más la situación o queremos sentir la
experiencia, siempre ocurre primero como una visión externa que nos atrae, siendo
nosotros los que nos dejamos atraer más o menos, finalmente viéndonos
integrados en ellas sin darnos cuenta. Simplemente
nos ´´dejamos envolver´´ por esa realidad, y nos metemos como en una burbuja
espacio temporal, donde nada más en apariencia existe.
Viviéndola enteramente con sensación, y como que nos maravilla. Hasta
que despertamos y nos tenemos que fijar nuevamente con nuestro guía interior,
el señor de 60 años que viste de azul, el que nos devolverá con su conexión y
reconocimiento interior, a nuestro camino de desarrollo interior, no sin antes
decirnos y quedando claro, que nos esperan en ese otro lugar donde deberíamos
estar desde hace más de una hora. Una hora terrestre? Humana? Cósmica? O del
camino interior? ;)
Como somos humanos, siempre estamos viviendo situaciones
humanas, pero siempre siempre siempre, hay que hacer caso al guía interior. Yendo
a contactar con nuestro guía interior mirándolo a los ojos y sintiendo con el
corazón, alejándonos de las situaciones y experiencias humanas, encontrándolo
en el camino interior neutro, siendo lo que somos y no siendo nuestras
experiencias humanas, porque nos arrastran sus fuerzas, extremándonos, sin
dejarnos ser neutros.
Cuando entro y hablo con mi sabio guía, mayor, le pregunto dónde
estoy, y me responde que entro al mundo del interior, y que hay otro mundo, el
del exterior.
En las fases que pasé, el guía siempre me estaba esperando,
y yo me estaba distrayendo con lo que pasaba y pensando. Mientras que mi camino
esperaba.
Allí también pasan cosas, que te pueden parar en el tiempo
interior, en el camino y recorrido natural en el que estás siendo guiado,
evolución individual.